domingo, 24 de marzo de 2013

LAS DOMUS DE VOLUBILIS. ESTUDIO COMPARATIVO.

 
 
Dentro de la antigua ciudad de Volubilis encontramos ocho Domus que se reparten en torno al eje que traza el Decumanu Maximus . Una vez hemos estudiado las diferentes disposiciones que adoptan las viviendas romanas de tal categoría intentamos plasmar nuestra investigación en el reconocimiento de los diferentes espacios de la casa tal cuAl fue su actividad en tiempos pasados.

DOMUS CADRAN.
De planta sensiblemente cuadrada la Domus Cadran posee en su fachada principal una serie de Tabernaes que ceden el centro geométrico al acceso principal de la vivienda. Desde el Peristylum al que llegamos se reparten las actividades de la vivienda situando el Tablinum en el eje de acceso y las habitaciones (Cubicola) entorno a un pasillo y un Impluvium que podríamos pensar, se debe a una ampliación posterior. Como rasgo especialmente significativo aparecen las termas dentro de la propia vivienda con acceso desde la parte trasera y comunicación tanto para los habitantes de la Domus como para el servicio.
 
 
 
 
 
 
DOMUS DIONYSIOS.

En una parcela longitudinal se asienta la Domus Dionysios dentro de las viviendas que generan en la parte anterior del Decumanus Maximus una galería porticada con arcos hacia la calle.
En su fachada principal de nuevo aparecen Tabernae que flanquean el paso hacia un Peristylum alargado que distribuye las Cubicolas y estancias vivideras (Triclinum y Tablinum) En la parte trasera de la vivienda encontramos una serie de estancias dedicadas al servicio y al almacenaje de productos, ya que una de las Tabernae de las antes mencionadas tiene acceso desde la Domus, permitiendo el paso de lo que sin lugar a dudas fue parte del sustento de la economía familiar de sus habitantes.
En la fachada posterior de nuevo encontramos Tabernae y como elemento no habitual un Posticum, o entrada de servicio que comunica con las dependencias del mismo.



DOMUS FAUVES.
Quizás uno de los casos de estudio más curiosos, ya que aparecen como dos viviendas complementarias. En la que sería propiamente la Domus parece encontrarse el equipamiento de estancias principales, (Cubicola, Triclinum y Tablinum) dejando la edificación de la izquierda a un uso residencial alejado de la vida política que suponía el estatus de un Patricio.

Tanto en la fachada anterior como en la posterior encontramos Tabernaes que disponen los accesos de forma un tanto extraña, al no coincidir con los ejes principales de la vivienda.







DOMUS FLAVIUS.
También en disposición longitudinal la Domus Flavius posee un acceso descentrado del eje que vuelca en un Peristylum alrededor del cual se reparten las principales estancias vivideras. Desde él, dos pasillos en paralelo dan acceso a las habitaciones del servicio, la cocina y la zona de almacenaje llegando hasta un gran espacio libre que nos hace pensar en un jardín un pequeño huerto. En la fachada trasera aparecen de nuevo Tabernaes dejando un pequeño resquicio al Posticum que conecta la calle de detrás con el espacio libre central.









DOMUS HERCULES.
Dentro de la disposición de viviendas que se dan en el Decumanu Maximus la Domus Hercules es la primera. A diferencia de los demás casos de la comparativa el acceso principal de esta vivienda no se realiza desde la calle principal, sino que liberando toda la fachada para arrendamientos de Tabernaes desplaza la entrada al lateral volcando directamente a un espacioso Perystilum que reparte las Cubicolas, el Triclinum y el Tablinum en una disposición no muy distinta a los casos anteriores.

Como datos de interés podemos resaltar el Posticum que aparece en la esquina inferior izquierda dando acceso a las habitaciones de servicio y a la vivienda a través de la cocina y las termas privadas que ocupan la amplia zona norte de la Domus.






DOMUS OUEST GODRIAN.
Volviendo al esquema general de las Domus de Volubilis nos encontramos con una parcela alargada que dispone de un acceso custodiado por sus correspondientes Tabernaes. Junto al acceso podemos encontrar unas escaleras. Al acceder a la vivienda encontramos la disposición habitual alrededor del Peristylum dejando en la parte trasera las termas. Como dato relevante aparece en la fachada posterior un Posticum que volcando a un pequeño Impluvium reparte las habitaciones del servicio garantizando ventilación a unas estancias per sé descuidadas.








DOMUS PRESSOIRS.
También con planta sensiblemente cuadrada encontramos un esquema parecido al de la Domus Cadran (primer caso de estudio) Acceso con Tabernaes laterales y Peristylum que dispone una reparto de espacios al uso. Como datos más relevantes cabe remarcar el Posticum lateral, el Impluvium vinculado a las Cubicolas interiores y el pequeño huerto del interior de la vivienda.











DOMUS VENUS.
El acceso se ve remarcado por un pasillo en direciion transversal a la de entrada a la vivienda. Este gesto podría referirse a la colocación en dicho pasillo del Lararium, objeto de consagración de la vivienda a un dios del Panteon.
Ya en el interior observamos el tablinum en el eje central dividiendo en dos el espacio de la vivienda. A la izquierda quedan las Cubicolas, cocina y estancias del servicio, dejando a la posición simétrica las termas privadas.

 
 
 
 

CONCLUSIONES.
-         Se pierde el impluvium en favor de un Peristylum que distribuye las estancias nobles de la vivienda, quedando el Tablinum como espacio culminante del recorrido axial de entrada.
-         Las estancias de servicio se vinculan a la parte trasera en ocasiones con un impluvium de luz y ventilación.
-         Volubilis fue una urbe de capital y comercio, debido al alto número de Tabernaes que podemos encontrar en las Domus.
-         Debido a su clima excesivamente cálido en el estío no es infrecuente la aparición de unas termas privadas directamente vinculadas a la vivienda.


lunes, 11 de marzo de 2013

VOLUMETRÍA DE LA DOMUS. PLANTA ALTA. ESCALERA.


En primer lugar nos situamos ante una diferenciación clara dentro de la tipología residencial de la Domus Romana. Por una parte tendremos la domus en la que se aprecia una doble altura, y por otra en la que una sola planta conforma la totalidad de la residencia.
VOLUMETRÍA

1. La Domus de una sola planta:
En las diversas recreaciones que se han realizado de las Domus romanas  se identifica una volumetría clara desde el exterior que responde a un programa de zonas privadas y públicas de la vivienda. Como rasgo fundamental desde la percepción volumétrica observamos la aparición de dos patios dentro del complejo (impluvium y perystilum). Ambos patios se conectan a través de una estancia “bisagra” denominada Tablinun.
(http://sobreitalia.com/2009/04/07/la-domus-romana/)

2. La Domus con dos plantas:
Dados los avances romanos en áreas como el cálculo y la ingeniería, la opción más habitual pasaba por dotar a la Domus de dos plantas, reservando la segunda (más desfavorecida por no tener acceso directo) a las dependencias del servicio, destinando incluso la cocina a estas plantas superiores.
Como ya se comentaba en artículos anteriores, en la Domus romana no era infrecuente el arrendamiento de los “tabernae”, por lo que se reservaba la doble altura al segundo volumen generado entorno al perystilum. Cuando no existía tal arrendamiento se daba también la opción de invertir la volumetría para contar con un perystilum mayor, o incluso abierto al resto de la parcela.

LA ESCALERA.

1. Casos históricos.

Como cuestión inevitable acerca de la doble altura surge la cuestión de las comunicaciones verticales, las cuales se realizarían en base a escaleras.

En la actualidad no podemos decir que contemos con un gran número de ejemplos datados de Domus con escaleras, ya que de muchas de ellas no se aprecian más que las líneas de los muros entre la vegetación de regiones abandonadas. Aun así podemos resaltar la Domus de Douga (actualmente  Túnez) en la que se advierte el arranque de una escalera desde el peystilum (1) y el palacio Valentino, en Roma, del cual podemos intuir las escaleras que ascendían desde el impluvium (2). Estas escaleras están en mejor estado de conservación y nos      permite apreciar la factura de cada huella. Esto se debería a que se encontraba en una zona más pública de la casa.
(Imágenes y resumen en base a: www.fotocommunity.es)








                                                                                                                  (www.palazzovalentini.it)

2. Materiales.

Dado el bajo número de ejemplos que se conocen de Domus con escaleras podemos llegar a dos conclusiones:
- No era común que hubiera dos pisos en las Domus.
- La escalera se realizaba con un material más débil que la piedra. La madera.

Aceptamos la segunda conclusión como más válida, ya que parece normal que en las congestionadas ciudades romanas se aumentara la altura de los edificios. No obstante esto nos plantea un problema, en caso de que efectivamente, las escaleras se hicieran de madera, ¿cómo serían?,¿que forma tendrían?. No hay muchos datos al respecto, aunque en base a lo que se conoce sobre la forma en la que los romanos trabajan las estructuras y el mobiliario podemos dibujar una reconstrucción aproximada del modelo.

(Imágenes de realización propia)
 
En los dibujos superiores podemos ver una reconstrucción de dos modelos de escaleras de madera. En el primer caso, una esclaera de mayor rango, al trabajarse más la barandilla y el peristilo del corredor de la segunda planta. En el segundo caso se propone un modelo de escalera como un mueble que se adosa a un muro previamente realizado.


3. Situación.

Para finalizar, debemos preguntarnos en qué lugares se podría encontrar la escalera dentro de una domus romana. En sí no era un elemento digno de ser mostrado, más bien quedaba como elemento residual y auxiliar que conectaba la planta baja con el servicio, por lo que cabe esperar que se le relegaran tales zonas de la casa como los alae del impluvium o los porticus del perystilum, siempre ligado al posticum, la puerta secundaria que utilizaba el servicio para acceder a la vivienda.
 
En la planta superior nos encontraríamos con un reparto uniforme de celdas para que durmiera el servicio, puede que incluso almacenes y en algún caso la cocina.
 
 

LA CIUDAD ROMANA



Fundación de una ciudad.
 
Dentro de la grandeza del imperio romano era un momento especial aquel en el que se fundaba y marcaba una nueva ciudad que ampliaba ese gran imperio de urbes extendidas por toda la cuenca del mediterráneo, desde la península Ibérica hasta Siria y desde Gran Bretaña hasta Egipto. 

 
La fundación de una ciudad era un momento culmen no solo en la boyante economía romana, sino también en la espiritualidad, ya que era precisamente el Augur el que debía decidir y marcar el emplazamiento y el límite de una ciudad. Una vez decidido esto se dibujaba un surco mediante un arado tirado por una yunta de bueyes que más tarde sería la directriz de la muralla que envolvería a la ciudad. Se dejaban ya marcadas las puertas que darían acceso al interior y que en muchos casos se hacían coincidir con el Cardo y del Decumano maximus, orientados mediante un cipo, y que marcaban los ejes cardinales de la nueva colonia.
 
Como es de esperar, no siempre se fundaba una nueva ciudad alejada de toda civilización humana conocida, por lo que no es raro que se asentasen donde ya lo habían hecho griegos, fenicios, cartagineses, númidas… intentando implantar en esas tramas urbanas ya consolidadas no sólo las directrices del cardo y el decumano sino el centuriato, una retícula que dividía y parcelaba las ciudades. Tampoco era raro que se acabasen implantando donde originalmente se erigió un campamento militar con algún fin bélico.

En el campo material y espiritual parece que ya queda claro lo que suponía la fundación de una nueva ciudad, pero no son estos los únicos puntos que abarca tal acontecimiento. En el área económica, una nueva fundación suponía la acuñación de una nueva moneda, en la que se veía representado el arado con la yunta de bueyes y algún personaje o elemento a destacar de la ciudad.

Por último, en el campo civil, la fundación de una ciudad nueva suponía la construcción de un acueducto, símbolo de vida que alimentaba la ciudad, la construcción de un foro, un templo, la muralla y el teatro de la urbe, así como la preparación de amplios espacios públicos entorno a los edificios de mayor importancia, lo que ponía de manifiesto lo avanzado del pensamiento arquitectónico romano, algo que desaparecerá con el mundo islámico al absorberlo todo el ámbito privado.
 
 

 Zoom. La ciudad romana de Volubilis.

 Volubilis fue precisamente una de las ciudades en las que ya habían desarrollado su actividad otras culturas, encontrando en el siglo I d.C. la convivencia de griegos, romanos y númidas en una ciudad de una población que rondaba los quince o veinte mil habitantes.

 La ciudad contaba con el acueducto, la muralla y el foro, aparte de poseer termas públicas, basílica y un templo dedicado a Saturno. No debemos dejar de comentar las rarezas arquitectónicas que se dan en la ciudad. No era algo inusual que se quebraran las estrictas normas de diseño romanas, aún más cuando nos alejábamos de la capital del imperio, por lo que elementos como las galerías de arcadas en las calles principales o la deformación del diseño de los elementos del templo ponen de manifiesto la riqueza de detalles arquitectónicos que se llega a acuñar en los extremos del gran imperio. Son especialmente llamativos ciertos mosaicos que encontramos entre las ruinas de la ciudad.

La ciudad, que se nutría del cultivo y la exportación de aceite de oliva comienza a ver mermadas sus fuerzas con la primera decadencia del imperio romano, quedando despejada de soldados y gobernadores en el año 285 d.C. Poco después, la destrucción del acueducto supondría un duro golpe para la vida de los desprotegidos habitantes, que se trasladan hacia el suroeste en busca del agua que les proporciona un río no muy lejano, dejando la avenida principal de la ciudad (cardo maximus) abandonada, y relegada incluso a cementerio.

La ciudad sobrevive a la llegada del islam, manteniendo la acuñación de la moneda hasta el siglo VIII d.C. finalmente la fundación de la ciudad de Fez acabaría por desmantelarla y dejarla morir.
 
 

(Conferencia del profesor D. Juan Calatrava)